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Un Mensaje Del Hermano John Duncan


Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?  Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas.” 
(Prov 31:10-11)

Aprecio ahora más que nunca cómo mi esposa se comprometió con el Señor antes de conocernos.

 Cuando conocí a la Hermana Ellen, me impactó como la joven más madura, espiritualmente, que nunca había conocido. Ella era firme con comportamientos adecuados a una cristiana fiel y su fe era solida, con una visión enfocada en Cristo.  Yo estaba muy impresionado con el poder de su vida de oración, era muy audaz con el Señor.  Ellen no lo dijo en su testimonio pero yo descubrí que ella se encerraba en su apartamento por unos 14 días para orar,  ayunar, y no hacer otra cosa más que buscar a Dios durante sus vacaciones.  Esto me atrajo como un cristiano. Pensé que ella era físicamente hermosa, pero también sabía que necesitaba a alguien que era sobre todo espiritualmente fuerte por lo que Dios tenía como propósito para mí. Vi que casarse con ella sería un gran unión de fuerzas, una bendición increíble y poderosa para mí como hombre que quería aproximarse cada día más a Dios y seguirlo a todo costo.  Había otras chicas que no eran atractivas para mí porque eran coquetas y no tenían una espiritualidad profunda.

 Mi esposa no tuvo que aprender a orar después de que entro en el campo misionario.  Ella aprendió a orar, ayunar y vivir la vida cristiana fiel, sin mí; así que ahora puedo confiar en ella en total, cuando yo no me encuentro cerca de ella.  A veces voy al extranjero sin ella y no me preocupo por su estado espiritual o su fidelidad a mí.

Desde que nosotros nos casamos, hemos vivido lo que algunos considerarían un verdadero camino de fe y auto sacrificio, pero mi esposa no se ha quejado de nuestras circunstancias de vida.  Tuvimos una bonita casa de 3 dormitorios, pero dejamos todo para vivir en una casa rodante de 19 pies, cuando aceptamos el llamado de Dios a tiempo completo.  Este era un sueño dado por nuestro Dios, pero no es una situación que la mayoría de las mujeres quisieran enfrentar.

 Ha sido una alegría vivir con alguien que sé que el Señor ha preparado para trabajar conmigo. Ellen es simplemente perfecta para mí, y el Señor sabe lo que es mejor para usted. Si va a dejar que Dios tome control total de usted, él le mostrará el plan para su vida.  Confíe en Dios.

John Duncan
 

 

 


El Autor De Casamientos

Un Testimonio Moderno De La Fidelidad De Dios
En Encontrarnos Un Cónyuge

by Sister Ellen Duncan, translation by Javier Diaz and Gladis Bordon

 

 

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de bien y no de mal, para daros el fin que esperáis.
(Jer. 29:11)

Era un hermoso día cálido, en São Paulo, Brasil, el 16 de marzo de 1996. El lugar estaba lindamente decorado.  La música, las flores, y la comida estaban simplemente perfectas. Nuestras familias y amigos estuvieron juntos durante este importante evento. Nos miramos el uno al otro afectuosamente cuando dijimos, "sí, acepto."

 Sonrío cuando pienso en una de las bendiciones más maravillosas que Dios me ha dado: la bendición del matrimonio. Recientemente, al pensar en la bendición que es mi esposo, lo que el  hermano John ha sido para mí, el Señor me llevó de nuevo a través de mi memoria a un viernes por la noche en el Estado de Alabama en los Estados Unidos en 1991…  Esa fue la noche en la cual me volví fiel a mi esposo, sin aún saber quién sería.  Esta fidelidad no fue sólo física, sino también una fidelidad en el corazón y los ojos.

Mi Primer Amor

Llegue a los Estados Unidos a los 18 años en 1989 como una estudiante de intercambio y me fui a vivir con una familia de evangélicos en el estado de Alabama.  Fue allí que por primera vez, vi el testimonio de Cristo vivo en una familia.  Mis padres estadounidenses ya eran avanzados de edad cuando llegué; él tenía 77 años y ella 70.  Aún así, abrieron las puertas de su casa y de sus corazones para una persona completamente desconocida como yo que ni siquiera hablaba o entendía el idioma Inglés.  Mi madre estadounidense era la hija de un Pastor y mi padre estadounidense pertenecía a una de las familias fundadoras de la iglesia local.  Vivían en una casa hermosa y espaciosa, pero donde había más espacio era en sus corazones grandes.

Una de las cosas más importantes para esta familia estadounidense era la iglesia.  Siempre estaban allí, comprometidos todos los domingos y otros días de la semana también.  El grupo de jóvenes me recibió como si yo siempre hubiera sida parte del grupo y luego hice amistades con muchos de ellos.  Mi profesora de la escuela dominical me dio una Biblia muy hermosa y cada noche yo me sentaba en la cama y leía la Palabra de Dios.  Como en esa época mi inglés era muy malo, me tardaba una hora entera para leer sólo un párrafo, porque yo tenía que consultar mi diccionario Inglés – Portugués, e Inglés – Inglés.  Le lectura era lenta, pero para mí no importaba, ¡Yo me llenaba de alegría del simple hecho que yo estaba con la Palabra de Dios en mi regazo!  ¡Oh, lo satisfactorio que era leer esas palabras, porque eran como agua para un corazón sediento!

Después de pasar unos tres meses así aproximadamente, leyendo la Biblia, asistiendo  a la iglesia, teniendo comunión con otros cristianos, tomé el paso más importante de mi vida cuando entregué todo mi ser a Jesucristo.  Morí a mí misma y así Jesús me dio una nueva vida.  ¡No hay nada mejor que conocer al Dios vivo personalmente!  ¡Que satisfacción, que alegría, que felicidad y que paz completa!  Yo nunca imaginé que tanta plenitud fuese posible.  Aquel día, Jesús se hizo mi “Primer Amor” hasta este día de hoy.

Entregando a Isaac Sobre El Altar

En este poco tiempo de conversión fue cuando sentí que el Señor me pedía un compromiso mayor.  “¿Ellen, usted estaría dispuesta a entregar su vida de citas amorosas en el altar?”  Esta pregunta me persiguió por un tiempo, porque yo sabía que Dios me estaba pidiendo que confiara en él con la cuestión del matrimonio.  Nunca había oído hablar de alguien que hubiese tenido ese tipo de compromiso con Dios y como yo misma era una nueva convertida no sabía exactamente cómo hacerlo.  Además, todos los otros cristianos que conocía tenían sus enamorados.  Sin embargo yo sabía que Dios quería llevarme a un caminar más profundo con él. 

En la medida que buscaba al Señor, algunos versículos comenzaron a llamar mi atención.  Versículos como “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33),  “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” (Col 3:1-2), “Fíate de Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócele en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” (Prov 3:5-6).  Además, el concepto de “enamoramiento” no se encuentra en ninguna parte en las Escrituras.  

Finalmente, después de mucha oración, yo hice un pacto con el Señor, lo escribí en un papel, firmé, y oré sobre él con la esposa de mi pastor, sellando esta nueva alianza.  En este acuerdo, yo le dije al Señor que confiaría en él con respecto a mi futuro esposo, y que en el tiempo que yo tuviera una relación, yo pasaría con Dios en oración y en la Palabra en primer lugar.  No habría sido suficiente que yo simplemente dejara de relacionarme, pero si era imprescindible substituir este vacío con una  relación profunda e íntima con Jesús.  También le dije que si fuese de su voluntad que yo jamás me casara, que yo estaría dispuesta a servirlo de la manera que él quisiera; Si él quería enviarme como una misionera soltera en medio de África, o si tuviera que morir en un país musulmán, o simplemente ser una servidora en mi iglesia local.  La única cosa que pedí a él fue que si era su voluntad que me casara, que él me mostrara cuando llegara el que sería mi esposo.

Jehová Es Mi Pastor; ¡Nada Me Faltará!

Para los próximos 3 años y medio, yo tuve una experiencia con el Señor que fue algo como una luna de miel, pues yo me deleitaba en él.  El continuó derramando más y más de Su presencia sobre mí vida enseñándome por medio de las Escrituras y me visitaba en mis devociones.  ¡Ah que felicidad, que satisfacción, que plenitud!  Yo pasaba todo mi tiempo libre con Jesús.  Las palabras no son suficientes para describir lo que siento de como Dios concedió todos mis deseos de ser casada.  “Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.” (Isa. 54:5).  En un tiempo yo estaba tan satisfecha que llegué a pensar que tal vez Dios quería que fuera soltera.  Pero en la medida que el tiempo fue pasando, él me reveló que yo me casaría un día y que él estaba preparándome para ser una compañera adecuada para un cristiano fiel.

Joven hermana, ¿Qué tipo de hombre está usted buscando en un esposo?  ¿Está usted buscando un cristiano fiel? ¿Y qué tipo de mujer un cristiano fiel está buscando en una esposa?  Naturalmente, ¡él estará buscando una cristiana fiel!  Es por eso que es tan importante que los jóvenes se consagren completamente al Señor mientras son solteros.  Si siembran en el Espíritu, un día ellos podrán ser para sus cónyuges un compañero, un cristiano fiel, maduro y espiritual para compartir sus vidas.  Un compañero que sabrá cómo encontrar a Dios en momentos de necesidad, que tendrá la Palabra atesorada en su corazón, y alguien que no será lanzado de aquí para allá como las ondas del mar.  Joven hermana, si usted no se entrega a Dios sin reservas ahora, ¡Aquel joven cristiano no le podrá reconocer cuando aparezca!

Aprendiendo A Oír La Voz De

Nosotros no influenciamos al mundo haciéndonos más parecidos al mundo.  Nosotros influenciamos al mundo cuando acercamos tanto a Jesús que él nos dice qué debemos decir.  Del mismo modo, no descubrimos quien será nuestro esposo por salir con uno aquí, otro allí, experimentando este o aquel.  Nosotros descubrimos quien será nuestro cónyuge cuando nos acercamos tanto a Jesús que aprendamos a oír su voz con precisión.  El “juego de enamorarse” conduce a la decepción, a la amargura, dolor y vergüenza.  Algunas personas se casan y traen heridas de relaciones pasadas que interfieren con su servicio a Dios y con su relación matrimonial actual.  También conozco a jóvenes que han tenido varias relaciones con varios y que ahora están en el ministerio, sirviendo al Señor de todo su corazón.  ¡Sin embargo, siempre es incómodo cuando cierto evangelista llega a predicar en una iglesia donde él solía ser el novio de la esposa del pastor!  Esta situación embarazosa podría haberse evitado si en vez de experimentar el “juego del enamorar jóvenes,” hubiesen orado buscando la dirección del Señor.  La Biblia dice, “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…” (Juan 10:27)  ¡Recuerde que Dios quiere que usted se case con la persona correcta mucho más de lo que quiere usted mismo!

Alguien nos dijo que cierta muchacha se casó con un muchacho que parecía ser una excelente persona, pero más tarde se descubrió que el joven estaba viviendo en pecados terribles, y esto les estaba llevando al divorcio.  El comentario fue: “si ella hubiera esperado conocerlo por más tiempo, hubiera descubierto que el joven no era un buen muchacho.” Sin embargo, sabemos que han habido matrimonios donde un cónyuge ocultó sus pecados durante muchos años antes de que el otro cónyuge lo descubriera.  La solución es, que si hubiese pasado más tiempo con Dios (no con el joven) pidiendo dirección, Dios le habría dicho que no lo hiciese.  Un pecador puede engañar a todos, pero no se puede engañar a Dios, y Dios nos dará la sabiduría si le pedimos a él (Santiago 1:5).  ¡Es una promesa!  Joven, es tan importante oír la sabiduría de Dios en este asunto.   El matrimonio es para toda la vida y una vez que hacemos los votos matrimoniales “Hasta que la muerte nos separe,” esa se convierte en la persona correcta para usted.

Es muy cierto que Dios puede trabajar maravillosamente con casamientos que se salvaron después de casarse, pero ¿por qué correr el riesgo de fallar en esta área?  ¡Muchas vidas y ministerios ya fueron destruidos o discapacitados debido a un mal casamiento!  ¡Por favor, busquen al Señor y no confíen solamente en sus emociones!

Señor, Enséñame A Enumerar Mis Días

Piensen en los jóvenes, muchachos y muchachas que pasan centenas de horas uno con el otro, sólo para terminar en un rompimiento.  Es un  tiempo precioso desperdiciado que nunca va a volver. ¿Y si hubiera pasado aquellas centenas de horas con el Señor, en vez de pasar con alguien con quien ni siquiera irán a casarse?  ¿No habría sido más beneficioso para sus almas?

Escuché decir haber tenido varias relaciones nos ayuda a crecer como persona. Por ejemplo, que le ayudará a ser más paciente, más desinteresado, tener más comprensión, etc.  Déjeme decirle que Jesús con certeza no necesitó tener relaciones para crecer como persona, ¿verdad?  No, él pasó tiempo con el Padre. ¿Por qué no hacemos lo mismo?  Es por pasar tiempo con el Padre que nos llena de su presencia y de los frutos del Espíritu Santo... amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.” (Gál 5:22-23)

Durante estos 3 años y medio que pasé con el Señor de esa forma tan intima y especial, el Salmo 32:8 tomó vida en  mí.  Dice, Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar…” Y en la versión en inglés, la Biblia continúa, Yo te guiaré con Mi ojo.”  Como una tonta, yo imaginé un globo ocular saltando y llevándome de la mano.  Le pregunté, “¿como el Señor puede orientarme con su ojo?  ¿Por qué no tu mano o tu palabra?”  No tenía sentido para mí.  Me hacia la pregunta, “¿Por qué me guiará con su ojo?”  Entonces recordé cuando era una niñita.  Lo que mi papá tenía que hacer para que le obedeciera era mirarme de una manera determinada. Mi papá me estaba guiando con su ojo.   De la misma manera el Señor puede guiarnos con su ojo.  El único problema es que usted debe saber lo que está diciendo con su ojo, y para eso debe estar siempre contemplando su rostro.  El Señor me decía que si yo le servia con todo mi corazón y buscaba su rostro (no su  mano), cuando mi esposo estuviera allí, él iba a  guiarme con su ojo diciéndome, “¡Mira Ellen, allá esta tu esposo!”

Adornada En El Interior

También estaba muy atenta en todo lo que yo hacia referente al sexo opuesto.  A veces me molesto de la audacia de algunas chicas delante de los chicos hoy en día.  La Biblia es clara cuando dice que el hombre debe ser la cabeza de la familia y como líder, él debe ser el primero en mostrar interés.  También dice la Biblia, El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.” (Prov 18:22)No diceElla que halle esposo.”  Además, la palabra “pudor” (1 Tim 2:9) significa “ser tímido en presencia del sexo opuesto."  Las vírgenes prudentes de la Biblia estaban adornadas con un espíritu de humildad y mansedumbre.  Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello… Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.” (Gén 24:64-65)

Yo quería ser fiel a aquel que sería mi esposo aun antes de encontrarlo.  De vez en cuando yo oraba por él para que la voluntad de Dios pudiera operar en su vida, y que Dios lo mantuviera puro y santo, trayéndolo a una relación más profunda con el Señor.  No me entiendan mal, conozco personas que se vuelven obsesivas orando por sus futuros cónyuges, pero este no era mi caso, pues yo verdaderamente había entregado todo eso a Jesús.  En algunas ocasiones escribí cartas dirigidas “A mi Futuro Esposo” donde compartía todas las cosas que Dios estaba haciendo en mi vida (más tarde después de nuestro noviazgo, yo le entregue a John todas aquellas cartas).  Por la gracia de Dios, nunca me interesé por nadie durante aquel período, porque todavía Dios no le había mostrado a él que yo seria su esposa. Nunca dejé que mis ojos se perdieran o que mi imaginación volara.  Yo quería entregar a mi futuro cónyuge una persona pura, no sólo físicamente, sino también en motivos, en la consagración a Dios, y en los ojos.

Dios Es Fiel

En 1994 estábamos en un momento de transición en nuestro ministerio en el campus de la Universidad de Auburn, Alabama.  Nuestro Pastor del Campus acababa de irse y estábamos necesitando de un nuevo pastor.  Mientras oraba, una tarde, el nombre “John Duncan” me vino a mi mente.  Nunca había conocido a "John Duncan" antes, pero él había conducido devocionales en un retiro en el que yo participé  algunos años atrás.  Me quede intrigada con este acontecimiento inusual porque yo no me recordaba de él, pero Dios me hizo recordar ese nombre.  Sentí que debía orar por John Duncan, que Dios le diese dirección y abriese las puertas del ministerio para él. 

Dos semanas después de este acontecimiento, una hermana me saludó en el campus y quería contarme las buenas noticias.  Ella dijo, “Ellen, ¿usted escuchó?  ¡Tenemos un nuevo pastor del campus!”  Le dije, "¡Alabado sea el Señor, eso es genial! ¿Cuál es su nombre?” Ella respondió, “¡Su nombre es John Duncan!”  Grité de emoción: "¿¿¿Qué???  ¿Hablas en serio? No puedo creerlo, oré por este hombre hace 2 semanas.” 

En este momento yo no sabía nada sobre el hermano John.  El podría ser un hombre casado y con hijos, etc.  Sólo asumí que era una confirmación de Dios que "John Duncan” iba a ser nuestro nuevo pastor y me quede muy feliz por haber oído la voz del Señor en oración.  ¡Ah, como yo quería ser sensible a su voz!

Después de dos semanas, John apareció en el campus trayendo todo lo que tenía en su pequeño auto Honda.  Me di cuenta que él era un cristiano fiel, 3 años mayor que yo, y soltero.  Aun así, yo no me daba la idea de una relación porque: 1) Dios no me había dicho que él sería mi esposo, y 2) El Hermano John era mi Pastor.  Yo no quería dejar que mi corazón sintiera  primero para después oír la voz de Dios.

Es Necesario Mucho Cuidado

La Biblia dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” (Prov 4:23).  Un error que las personas cometen es involucrarse emocionalmente demasiado pronto. Esto hace que sea difícil de escuchar a Dios.  He conocido a muchas personas que tomaron decisiones cuando estaban encaprichados y luego se arrepintieron por el resto de sus vidas.  Dios intentó decirles por varias veces que no debían casarse  con aquella persona, pero como querían tanto esa relación, fueron cegados y no escucharon las advertencias de sus padres, de su pastor, de sus amigos, y en algunos casos, arruinaron sus vidas.  La Biblia dice que los hijos de Israel se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad.”  La parte que asusta  es que Dios “…les dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos.”  (Salmo 106:14-15).  Hermanos, escuchen -- ¡nunca debemos buscar a Dios con nuestra voluntad ya formada,  sobre todo en este asunto!!!

Corriendo Para Dios Con Todas Nuestras Fuerzas

Vi como el Hermano John comenzó a levantar un grupo poderoso de hombres jóvenes en el campus, que estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por el Señor.  Sin embargo, el lado de las chicas en la comunidad no estaba tan fuerte debido a su inhabilidad para ministrar a las mujeres.  Entonces John me llamó un día por teléfono y me pidió que preparara un Estudio Bíblico de discipulado para las chicas en el campus.  En poco tiempo yo estaba naturalmente haciendo con las chicas las mismas cosas que él hacía con los chicos.

Aquí debo contarles la mejor palabra de sabiduría que vino de la esposa de un Pastor a John antes de conocernos.  Ella le dijo: “Hijo, usted corra para  Dios con todas sus fuerzas y no se preocupe acerca de con quién usted va a casarse.  Sólo mantenga sus ojos en Jesús en todo tiempo y no se distraiga con nada.  Un día usted va a  mirar a su lado y encontrará a alguien corriendo con usted.  Esa será su esposa.”  Esa palabra se estaba cumpliendo en nuestras vidas sin nuestro conocimiento.

Conforme pasó el tiempo, empecé a notar que muchas de mis oraciones a favor de John estaban siendo respondidas de inmediato (Dios estaba atrayendo mi atención).  Por ejemplo – Yo oraba para que Dios bendiga sus finanzas sin saber de la necesidad y Dios contestaba rápidamente.  Oraba por su salud sin saber que había estado enfermo. Además, todo lo que nosotros tocábamos juntos Dios lo bendecía.  Teníamos dones y personalidades diferentes de modo que nos complementábamos muy bien.  Empecé a notar cómo trabajamos bien juntos.  Luego yo le preguntaba al Señor, “¿es él? ¿Podría ser John mi futuro esposo?”

Trueno, Fuego, Terremoto… Y Un Silbo Apacible Y Delicado

Algunas cosas extrañas comenzaron a suceder.  Por ejemplo, muchas personas, tantos desconocidos como pastores y ministros que respetábamos nos decían (separadamente) que nosotros formábamos un buen equipo y que deberíamos casarnos.  Algunos de estos ministros eran audaces en sus palabras.  Sin embargo, ni John sabía lo que estaba sucediendo conmigo, tampoco yo sabía lo que le estaba ocurriendo a él.  Después de algunos meses orando y viendo lo que sucedía, se hizo evidente para mí que (¡sí!) John seria mi futuro esposo.  Ahora yo tenía que esperar hasta que Dios le revelara a él (la espera era la parte más difícil), ya que no tenía idea que Dios ya estaba obrando en su corazón.  Alabado sea Dios, él estaba honrando nuestro pacto, cuando le pedí que me permitieraa saber cuando mi futuro esposo estuviera cerca.

John empezó a llamarme con más frecuencia para preguntarme acerca de los estudios Bíblicos de las chicas y empezamos a pasar más y más tiempo en el teléfono, aunque sólo vivíamos dos cuadras de distancia uno del otro.  Esta es una manera maravillosa de conocer a alguien - con una línea telefónica entre ambos… Fue durante este periodo en una de nuestras conversaciones que él me dijo de su interés por mí.

Después de mucha oración y luchas para encontrar la perfecta voluntad de Dios, el 23 de Enero de 1996, John me llevó a "la banca" donde él predicaba al aire libre en el campus universitario.  Allí emocionados, nosotros oramos juntos consagrando nuestro futuro en las manos de Dios.  El se agachó en una rodilla frente a mí conforme a la tradición norte americana y con un anillo de noviazgo que había pertenecido a su abuela, me propuso matrimonio.  Yo estaba más que lista y dije un rotundo "¡Sí!"  Es un  día que jamás olvidaré.

Honra A Tu Padre Y Madre

Los padres de John, tías y tíos, todos, ya me conocían antes de que fuéramos novios y ellos se pusieron muy contentos con nuestro futuro matrimonio.  Nuestra última prueba seria decirle a mis padres.  Ellos no eran cristianos.  ¿Qué pensarían al descubrir que yo me casaría con un Pastor norte americano?  Esto significaría que mi retorno a Brasil, después de la graduación no iba a suceder.  Mis padres arreglaron mi dormitorio cuidadosamente con mucho cariño mientras yo estaba en los Estados Unidos.   No tendrían el privilegio de estar cerca de los nietos.  Mis padres no estaban ganando un hijo, sino al contrario, estarían perdiendo a su niña.  Pedí al Señor que si fuese de Su voluntad, que obrara en las vidas de mis padres, al punto que ellos nos diesen sus bendiciones.

Me molesta ver a jóvenes que no dan la mínima atención a los consejos y advertencias de sus padres y Pastores, especialmente si los padres son cristianos.  El quinto mandamiento dice que debemos honrar a nuestros padres.  Si los padres de ambos tuviesen algún problema con nuestra relación, hubiéramos tenido por lo menos que posponer el matrimonio hasta que Dios haya cambiado sus corazones o los nuestros.  Dios mismo nos dio nuestros padres para criarnos y protegernos.  Fueron mis padres que me cuidaron aún sin conocer a Cristo, cuando yo no podía cuidarme a mí misma.  Ellos me alimentaron e invirtieron su tiempo, dinero y trabajo con amor y cariño por mi vida.  A pesar que ellos no eran perfectos, yo se que ellos me amaban y Dios podía hablar a través de ellos.  Yo sólo sabía que lo CORRECTO era que mi papá me llevara de la mano por el pasillo para entregarme en el altar a mi futuro esposo, que sería entonces mi cabeza espiritual.  Yo sabía que Dios podía hacer una obra en los corazones de mis padres, pero sería un milagro.

Una señora cristiana fiel me contó que cuando algún chico llamaba para hablar con ella cuando era joven, ella inmediatamente le pasaba el teléfono a su padre para que hablaran con él.  Cuando eran cartas de amor que le enviaban, ella las entregaba a sus padres antes de abrirlas.   Ella quería saber primero que es lo que sus padres pensaban sobre el chico.  Hoy, ella está felizmente casada con un Pastor sin remordimientos. ¡Oh, cómo me gustaría que hubiera más gente joven así!

Cuando llamamos a mis padres y John le pidió a mi padre mi mano en matrimonio, todo lo que mi padre (quien es Gnóstico) pudo decir fue: “Ellen, este es el Señor, hija mía. Esta es la voluntad de Dios para ti.  Quiero que sepan que ustedes tienen, no sólo nuestro permiso, sino también la bendición nuestra para casarte con ese joven y servir a Dios juntos.”  Dios nos estaba dando luces verdes todo el camino - ¡no hay banderas rojas en absoluto!

Una Vida De Soltera Sin Arrepentimiento

Algunas personas pueden permanecer solas todas sus vidas.  Conocemos personas que permanecen solteras por Dios y han logrado muchas cosas que nunca hubieran logrado si hubieran tenido  una familia, especialmente en el campo misionario en el extranjero.  Si usted permanece soltero, ¡utilice esta oportunidad para la gloria de Dios!  Algunas personas pueden no tener el “don” de ser célibes.  Otros encontrarán su ministerio fructífero en el matrimonio de una forma que nunca habrían conquistado si estuvieran solos.  Cada persona necesita ponerse de rodillas, orar y pedir al Señor para que le muestre la voluntad de Dios en su vida.  Todos nosotros fuimos solteros en nuestra vida y si este es un estado temporal o permanente, ¡aproveche este tiempo de soltero y corra para Dios con todas sus fuerzas!

Ahora puedo mirar hacia atrás durante mis años de soltera y decir que no me arrepiento. Ahora tengo menos tiempo para Dios (como la Biblia dice en 1 Cor 7), pero Dios ha multiplicado nuestros esfuerzos porque estamos en su voluntad.  Una de mis oraciones fue que si podíamos cada uno ganar 5 almas para Dios solos, que él nos permitiera ganar más de 15+ almas cuando estuviésemos juntos, multiplicando así nuestros esfuerzos.  Descubrí que mi vida ha sido más productiva en el Señor  después del matrimonio que antes.

Dios Es El Mejor Autor De Casamientos

Si hay un “matrimonio perfecto,” puedo testificar que el nuestro es uno.  (Eso no significa que no tenemos opiniones diferentes.  Después de todo, necesitamos a los demás para mantenernos responsables y nos ayuda a ver las diferentes perspectivas) Estamos felizmente casados, y hoy nos amamos más uno al otro que cuando dijimos el “Si, acepto.”  Trabajamos juntos y nos combinamos mejor que nunca.  Yo no podría haber escogido a alguien mejor para mí, que John.  Yo lo amo y aprecio mucho.  Sólo Dios conocía mi condición  mental, emocional, y espiritual; Solo él podría encontrar el casamiento perfecto.  La Biblia dice, Deléitate asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón.”  (Salmo 37:4).  También tenemos otra ventaja – nunca seremos capaces de decir que nos casamos con la persona equivocada, por la forma en que Dios orquestó todo.

Confía En Dios

Algunas personas dicen, “No existen cristianos fieles donde yo vivo.”  ¿Qué? ¿Hay algo demasiado difícil para el Señor? Soy de Brasil y John es de Marietta, Georgia, y nos encontramos en la ciudad de Auburn, en el estado de Alabama.  Nosotros nos casamos en los 27 y 25 años de edad.  (Si tuviera que esperar más tiempo yo estaría feliz de servir al Señor hasta su tiempo perfecto para una unión perfecta).  Una amiga nuestra tenía 26 años cuando conoció a su esposo.  No había jóvenes cristianos fieles en su pequeña ciudad del estado de Mississippi. Sin embargo ella fue a California para cursar un seminario cristiano por un mes, donde conoció un Pastor Auxiliar de 30 años también vino al mismo seminario del estado de Virginia.  Estos dos se casaron con un testimonio maravilloso de no haberse abrazado, besado, o ni siquiera tomarse de la mano antes del casamiento (¿te has preguntado alguna vez por qué el pastor dice, "AHORA usted puede besar a la novia?").

Queridos jóvenes, cuando ustedes lean este folleto por favor no piensen que nuestra historia es extraña.  Hay por lo menos otras 8 parejas que conocemos personalmente aquí en los Estados Unidos que también no se dieron al “juego de enamorarse” y ahora están felizmente casados, sirviendo al Señor. Todos estas parejas están involucradas en el ministerio hoy. La única cosa que todos ellos tienen en común es que Dios les dio en todos los casos, un maravilloso testimonio de su fidelidad. ¿No le gustaría tener un testimonio para contarle a sus hijos y nietos?

En países como Ucrania, los chicos y las chicas no se pasean solos. Los hombres se sientan en un lado de la iglesia, mientras que las mujeres se sientan en el otro.  Coquetear es algo que simplemente no hacen.  Cuando un chico tiene la edad suficiente para casarse, él ora sobre con quién casarse. Cuando se tiene una respuesta, este joven le dirá a sus padres y pastores.  Entonces todos ellos oran. Si sienten como que es del Señor,  van donde los padres de la muchacha y todos ellos oran.  Si todavía sienten como que es del Señor, ellos finalmente le dicen a la muchacha y le piden a ella que ore por la situación.  Si ella y todos sintieren que es la voluntad de Dios, entonces se casan.  El resultado de este proceso es maravilloso, no hemos tenido ningún bebe concebido fuera del casamiento y ningún divorcio en todas las iglesias donde hemos trabajado.

Por favor, no acepte el segundo mejor en esta cuestión.  Sería mejor estar solo que mal acompañado.   Sea paciente, pues en la época de Dios, él traerá Su voluntad perfecta en su vida.   


“Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: «Éste es el camino, andad por él y no echéis a la mano derecha, ni tampoco os desviéis a la mano izquierda.»”
 (Isaías 30:21)

 

Por favor, siéntase libre de compartirlo. Solo  pedimos que no sea alterado y que  nuestra información de contacto sigua siendo visible. ¡Dios los bendiga!

John & Ellen Duncan son miembros y ministros de la  Iglesia Congregacional Pentecostés, Inc. Para saber más acerca de esta organización, por favor llama al  800-633-0877 o visita www.chchurch.com. Si este testimonio fue una bendición en su vida, entre en contacto con nosotros (español OK). 

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http://www.johnandellenduncan.com